martes, 10 de noviembre de 2009

Ofrenda para La nave de los locos.

Para Fernando Valls

Una maraña de voces
de esponjas y quelonios,
muros de espuma y pieles
de ojos en los cielos altos.

A navegar por las cucharas,
por cacerolas de ficción.

Los escritores narraban
bajo las olas lunas de harina
con su tinta negra de musgo.

Los rumbos asechan
y se llenan sus orejas
con los empellones del reflujo.
Los puertos se han llenado
de círculos submarinos
y una sirena de tacones
rojos seduce los argumentos.

A babor las palabras ramas.
A estribor la niebla y la sintaxis.

Brújulas sugestivas imperfectas,
entrañables jaulas de agua,
navegar elástico por islas sin mapa.
Siempre la rosa de los vientos
escribiendo sin tregua su baraja.

A los corales todos marineros
que la nave se va cuando regresa.
Sergio Astorga

Tinta/plumín 16 x 30 cm.

Ofrenda para Sueños en la memoria

Para Gemma Pellicer

De un instante a otro instante
la gota de agua asciende
hasta las rodillas del árbol.
El galope del sueño
llega hasta el reflejo
subterráneo y nace un pájaro.
De tu frente nacen palabras
y se levanta una torre
y de ese tallo invisible
le surgen monosílabos
nocturnos y los vértigos.
La garganta es un arpa:
fuente de peripecias
y pies desnudos al rio
bajo el remanso vegetal
del laberinto y su tortura.
Al pecho de tu tímpano
como reina amarilla
que danza canta y florece.
Como silabas de pan
la cobija del dormido
te resguarda del frío.
Porque el agua reconcilia
al sueño, y la memoria
incita a los verdes grillos
para que reviente el cráneo.
Porque el cristal es de viento
el malabar un arete
y el silencio un contratiempo.
Sergio Astorga

Tinta/plumín 2 x 30 cm