viernes, 11 de junio de 2010

Punto de Partida

Repentina, como el agua fría al salir del grifo, encontré el punto de partida.
Navegar por la red es una de las actividades propias cuando habitas la montaña y las barcas han zozobrado en esos mares procelosos del ir y venir en los laicos zodiacos. Pues en esas me encontraba, con el fuerte dolor frontal y con el bulbo raquídeo abultado por el alejamiento o extravío de Blanco (no ha regresado, ni tengo noticias de su paradero y tal vez, ya tiene otro plano donde deslizar su línea de vida). Como te decía, dando vueltas por la virtualidad, entré al sitio de la Universidad Nacional Autónoma de México en la dirección de Literatura y ahí estaba el Punto de Partida
http://www.puntodepartida.unam.mx/
En la Tercera Época en el numero 72 tropecé con el otro yo, el que alguna vez fue, pero sigue siendo; el que tenia también el impulso de la mano como si fuera la única manera de estar entre los cautivos.
Tal vez él, el otro que soy yo, fue el primero en dialogar con Blanco; en utilizar la tinta, la pluma y esas oquedades entre el contorno y el papel.
Con el seudónimo de Pábulos, el otro -ya somos tres- participaba en el concurso de viñeta, cuando los pasillos de la Facultad de Filosofía y Letras llenaban sus ínfulas literarias.
Noviembre de 1981 desde entonces parece que nada ha cambiado, al parecer la línea continua fluye caliente a la cabeza de mis propios actos. Estoy pálido, inundado por líquidos que salen de mis oídos y el armario, con todos su cajones en su sitio es testigo.
Cuánto caminar para saber el punto de partida.
Se antoja ir ahora por el Negro.
Sergio Astorga

Revista Punto de Partida, Tercera Época, numero 72. Dirección de Literatura, Coordinación de Difusión Cultural-UNAM. Ciudad Universitaria, México D.F.
http://www.puntodepartida.unam.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=903&Itemid=29