viernes, 15 de septiembre de 2017

Punto de encuentro


Un signo en otro signo tiene la gracia de la confusión, del no estilo, del caos mental que una ciudad que se camina conlleva. El arte colectivo y anónimo no tiene patrones, sigue el impulso de violentar el espacio; su función última es contradecir y fincar un espacio emocional citadino. Si lo llevas a una galería o a un museo, lo corrompes. Los valores, como en la calle: transitan.

Fotografía: por las ruas do Porto, Portugal.

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