viernes, 29 de septiembre de 2017

Mucho peso


Mundo abajo, transido bajo el signo de Aries, el duende se consolaba de sus pesares con una canción de amigo:

*Decid vosotras, ay hermanillas,
¿cómo he de atajar mi mal?
Sin el amigo no puedo vivir:
¿adónde he de ir a buscarlo?

Rodaba en esa pendiente triste del desdeño. Sus ojos secos envuelven ese antiguo paraíso de los enamorados. Sus versos nunca llegaron al corazón indicado. A veces la tradición acorrala, como un tercero estorboso para la prisa. Por eso su gesto lleva la carga de la esperanza ajena. De nada le ha servido tener buena voz si el soplo amoroso se vuelve resaca. Quiere mudar de oficio, ser un burócrata espeso, y no este espectáculo doliente de cantar inútilmente.
El joven duende no sabe aún como se comporta el mundo. El mundo que explicó Newton todavía tiene mucho peso.


*Jarcha de Yehuda Halevi