Hermano, me acuerdo de tu gorro rojo y cómo me ocultaba en el ropero para hacerte llorar en aquél juego. Al regresar a casa te busco y ahora, yo me escondo para que no me encuentres. Todo es juego, hermano, lo sabíamos. Nuestro corazón gemelo se ha cansado de buscarnos. El tiempo abruma. Sabes, no todo lo que mamá nos dijo era cierto. Tu vives oculto, extinto, enterrado. Y hoy con estas flores espero que cuando menos encuentres el perfume.
DEDICATÒRIA AMB AROMA / DEDICATORIA CON AROMA
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Quina bona notícia quan ens vam assabentar que Pere Herrero publicava la
traducció al català d'una selecció de microrelats dels seus dos llibres ...
Hace 17 horas.